El dueño de un bar de Playa América se va sin dejar rastro y con 20 empleados sin cobrar

El hostelero vació el local en una noche, caja fuerte incluida, y se fue sin dejar rastro con más de una veintena de trabajadores sin cobrar desde hace más de un mes

Los trabajadores encontraron el local completamente saqueado por el propio hostelero.
Los trabajadores encontraron el local completamente saqueado por el propio hostelero. | Vicente Alonso

Cuando los trabajadores del Sambali, uno de los restaurantes más conocidos y transitados de Playa América, llegaron este lunes al local para abrir y comenzar su jornada laboral se encontraron con lo que parecía la escena de un robo, con todo vacío y revuelto. Estuvieron a punto de llamar a la Policía, pero les llamó la atención que no había signos de entrada forzosa. Fue entonces cuando descubrieron, al intentar llamar al dueño del restaurante, que había sido él quien se había llevado todo, desapareciendo sin dejar rastro.

El ‘saqueo’ del local incluyó todo tipo de mobiliario como neveras, congeladores, la caja fuerte y demás equipamiento. Todo ello sin previo aviso y sin haber recibido comunicación de despido ni información alguna sobre un cierre del local. Además, algunos de los empleados se desplazaron hasta Oia, al domicilio del dueño, donde tampoco pudieron localizarle. Ni a él ni a su familia.

El ahora fugado no sólo dejó ‘tirados’ a sus trabajadores de un día para otro, sino que llevaba sin pagarles desde agosto y antes de ello los impagos de las nóminas eran reiterados, según apuntan los propios empleados, que prefieren permanecer en el anonimato. Son más de 20 las personas afectadas por esta situación, que se han puesto en manos de abogados para tramitar las denuncias por impagos y posible fraude laboral.

Los empleados trabajaron casi un mes sin estar dados de alta

Todavía afectados por lo que habían vivido el lunes y sin procesar que se habían quedado sin trabajo sin aviso alguno con su jefe en paradero desconocido, los más de veinte empleados del Sambali se reunieron ayer con un equipo legal para estudiar su situación y tomar las medidas pertinentes. En este encuentro conocieron que su situación laboral llevaba siendo irregular durante más de un mes, ya que los que tenían contrato habían sido dados de baja en la Seguridad Social el día 7 de agosto, pero esto nunca les había sido notificado. Esta circunstancia les coloca en una posición de gran vulnerabilidad.

“Después de hablar con los abogados lo hemos dejado todo en sus manos para que tramiten las denuncias oportunas y así poder cobrar del Fondo de Garantía Salarial (Fogasa)”, explica a este periódico una de las trabajadoras afectadas. Ella confiesa que lo que más le preocupa en estos momentos es la situación económica de los más de 20 empleados que se quedaron de un día para otro con una mano delante y otra detrás.

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