María Esclapez: “Podemos entrenar para que nuestra cabeza no sea el principal enemigo"

Psicóloga clínica autora de “Tu miedo es tu poder”

Entrevista a María Esclapez. | Atlántico

La psicóloga clínica y escritora María Esclapez es un referente en materia de relaciones sanas. Tiene medio millón de seguidores en Instagram y acaba de presentar un nuevo libro, “Tu miedo es tu poder”, en el que explica de forma muy didáctica cómo funciona y cómo podemos utilizarlo a nuestro favor.

¿Hay un miedo malo y un miedo bueno?

Todos los miedos tienen una parte buena, porque es la parte útil y la parte “mala” si queremos decirlo así porque es más irracional, pero vaya por delante que no hay emociones buenas ni malas.

¿Se puede aprender a gestionar el miedo?

Es laborioso porque estamos hablando de autoconocimiento y de cambiar estrategias que hasta ahora teníamos automatizadas. Hay que aprender no solo la parte teórica sino también la práctica. Para eso existe la terapia, para intentar que las personas tengan vidas un poco más tranquilas, más felices y que su cabeza no se vuelva su peor enemigo. Los miedos derivan muchas veces en pensamientos y conductas que no nos hacen sentir bien, todo eso es modificable desde la psicología.

¿De qué forma afecta el individualismo?

En las relaciones hablamos mucho de pensar en ti y eso está fantástico, sobre todo a la hora de animarnos a poner límites. Pero hay otra cosa también muy importante, la responsabilidad afectiva, hablamos de que lo que haces o no haces afecta a la otra persona. Siempre que vayamos a trabajar vínculos, relaciones de pareja, de familia, de amistad, hay que trabajar por y para la relación.

¿Por qué tenemos pensamientos negativos?

La tendencia a pensar en miedos y preocupaciones es casi automática. El cerebro está diseñado para sobrevivir, prácticamente todo lo analiza en función de si esto cuestiona o no mi supervivencia. Pueden ser estímulos y peligros reales o imaginarios, y en función de eso emite un tipo de respuesta, de lucha o de huida.

¿Por qué a veces tenemos miedo de lo bueno?

Es como un tipo de pensamiento mágico, hay gente que cree que detrás de una cosa buena viene una mala, pero no tiene por qué pasar. Hay cosas imaginarias que nos hacen sentir miedo o ansiedad. El cerebro no diferencia entre pasado y futuro, si piensas con preocupación en algo que va a ocurrir, tu cerebro piensa que está sucediendo y se activa. Hay que mantenerse en el presente.

¿Es difícil salir de un bucle?

Es difícil salir por uno mismo porque te arrastra, pero es posible si tienes estrategias de anclaje como las que cuento en el libro. Si estás acostumbrado a trabajar tu mundo interior es más fácil. Cuando no puedes parar es bueno explicar a la otra persona, sea un profesional, un familiar o tu pareja, lo que te pasa y recibir empatía porque eso nos calma. Cuando alguien muestra su vulnerabilidad, la otra persona no debe juzgar, invalidar ni minimizar, sino que debe escuchar y entender lo que siente esa persona porque es real y porque está sufriendo en ese momento.

Dedica algunas páginas a hablar de la higiene del sueño. ¿Dormir bien nos protege?

Es importante para descansar, pero además durante el sueño la mente va organizando la información y trabajando en segundo plano. Cuando uno no duerme, los problemas se ven peor. Cuando una persona no es capaz de dormir trabajamos con una estrategia, entre las muchas que hay, que es la intención paradójica. Se trata de hackear el cerebro, a desactivar el sistema nervioso. En lugar de preocuparte por eso, le dices que muy bien, que no vas a dormir. Al final, interpreta que no hay una amenaza y se desactiva.

Aunque el libro tiene 350 páginas y no se puede generalizar, ¿podría dar alguna receta básica para gestionar el miedo?

Depende mucho de la persona y del contexto que esté atravesando. Para mí lo más importante es observar qué sucede, ese diálogo interno que tú tienes, cuáles son las preocupaciones que más se repiten, si sientes culpa por algo del pasado, si lo que estás pensando es un peligro real o imaginario. Es interesante coger una libreta y empezar a escribir las cosas que piensas a lo largo del día, cuando estás haciendo una tarea doméstica, cuando llegas tarde al trabajo, etc. Con esa reflexión te vas a dar cuenta de muchas cosas.

Contenido patrocinado

stats