Hay injusticias dichosas
Análisis del partido entre Osasuna y Celta en El Sadar
            Si cuando lo mereces no lo consigues, normalmente no sucede que lo consigas cuando no lo mereces. Norma válida para casi todo; menos para el fútbol. El Celta fue inferior a Osasuna ayer y se jugó muchísimo más a lo que quería Lisci que a lo que quería Giráldez. Pero apareció la injusta efectividad y la injusta fortuna.
La presión alta
Las presión alta y la presión tras pérdidas eran armas utilizadas por el Celta poque resultan imprescindibles si quieres llevar el mando del partido desde la posesión y en campo rival el mayor número de minutos posible. Pero, en lo que va de temporada, no están siendo lo suficientemente efectivas como para convertirse en ese primer paso en el estilo que se le presupone al conjunto celeste. El tridente ofensivo y el mediocentro encargado de ir hacia arriba a la búsqueda del rival, siempre escoltados por el resto del equipo, no acaban de actuar al unísono. Esa apuesta de todos los rivales por el hombre a hombre está convirtiendo esa presión alta en un arma del rival y no del bloque céltico. Obligando además a los visitantes, más de lo que desearían, a balones largos no demasiado bien dirigidos.
Dos enormes nueves
Ante Budimir por el bando local y Borja Iglesias por el celeste. Dos de los grandes delanteros de la Liga mostraron ayer sus bondades, siendo determinantes para sus respectivos equipos. El osasunista es siempre el destino de todos los centros sobre el área de Osasuna, que son muchos. Y lo es porque saca un enorme partido de ellos. Tras rematar alguno sin fortuna y ver que el duelo con Aidoo era duro, se movió inteligentemente hacia la zona de Manu Fernández -que lo había defendido bien a balón parado- para ganarle el sitio y provocar el penalti del canterano celeste. Y poco después, mostró sus dotes de rematador haciendo sangre de otro pecado del Celta en el primer palo de un saque de esquina. Mientras, a Borja le tocaba ser también el referente pero no para rematar, sino para crear. El santiagués, en un momento clarividente de juego, se peleó con Catena pero guardando siempre un toque de inteligente delicadeza para dar continuidad al juego. El mejor ejemplo, el tanto de Ferran Jutglá, nacido de una gran maniobra suya en el centro del campo para lanzar al compañero, que aportó una genialidad.
Los cambios del Celta
Casi todo salía mal porque salía al revés de lo que tú querías. Sin embargo, Claudio Giráldez no realizó cambios en el descanso, sino que esperó a la hora de juego. Entonces, mandó un mensaje: Mingueza de central y Sotelo en el centro del campo para recuperar el balón. Cierto que el tanto del empate llegó a balón parado. Pero el partido cambió con las sustituciones. Se pudo perder perfectamente con el penalti errado por Budimir, pero fueron otros dos jugadores llegados desde el banquillo, Aspas y Durán, los que remontaron.
Uno a uno
Jutglá: Llegaron los goles -el primero, enorme- y, además, mantuvo todas las virtudes que ya iba mostrando. Un partido para despegar. 8 El mejor
Radu: Estuvo cuando tuvo que estar pero mandó menos de lo deseable en lo aéreo. 5
Carreira: Solvente en cualquier banda. Defiende bien y sabe qué hacer con el balón. 6
Manu Fernández: Un examen muy complicado y el primero que suspende. Sólo eso. 3
Aidoo: El ghanés demostró ayer que sigue siendo futbolista de nivel. Fuera de ritmo ante uno de los rivales que más estresan el área propia. 7
Marcos Alonso: Sigue sin estar fino, pero aún así es clave. 5
Ristic: Acusó más la inactividad que su compañero de línea. Es un profesional. 4
Damián: Es un mediocentro que necesita el balón para lucir sus pases. Sin él, sufre mucho pero trabaja. 4
Moriba: Espléndido en el despliegue, menos lúcido que otras veces con balón. 5
Borja Iglesias: Es, junto con Aspas, el céltico más clarividente. Otro partido de selección para un jugador tan inteligente como entregado. 7
Bryan Zaragoza: No fue un partido cómodo para él. Su antigua parroquia le pitó y su equipo no tuvo balón. Desapercibido. 3
Hugo Sotelo: Dio claridad y energía. Gran aportación desde el banquillo. 6
Mingueza: Su mera presencia en el campo empuja a un cambio al estilo acorde a este equipo. 6
Jones: Apenas pudo cumplir el papel que se le asignaba de estirar al equipo por la derecha. Más minutos. 4
Iago Aspas: Diez minutos y el descuento. Poco tiempo, salvo para él. Dos asistencias de lujo: una casi gol y otra gol. 7
Pablo Durán: Siempre hace lo que se le pide. Y acertó. 6
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