Fornelos, la cruz del área metropolitana de Vigo

DEMOGRAFÍA DESDE 1996 a 2019

La mayoría de los ayuntamientos gallegos han perdido población desde el pasado siglo, y el fenómeno se da en todas partes

jta. vigo

Publicado: 04 ene 2020 - 23:14

La plaza principal de Fornelos, el municipio del área de Vigo con menor población.
La plaza principal de Fornelos, el municipio del área de Vigo con menor población.

nnn En estos 20 últimos años la mayoría de ayuntamientos gallegos han ido hacia abajo, destacando el interior de la comunidad y en concreto la provincia de Ourense, donde se encuentran los municipios que más han descendido. Es el caso de Montederramo, que se quedó casi sin la mitad, decreciendo de 1.384 a 711. El Concello de Beade se ha reducido a la mínima expresión, pasando de 608 a 397 vecinos. Resulta muy llamativo frente a los 10.000 de la parroquia viguesa homónima. Tampoco le ha ido bien a la capital ourensana, que perdió en este siglo 2.000 residentes, hasta los 105.000, aunque le queda el consuelo de mantener de momento la tercera posición del ranking gallego, si bien Lugo está cada vez más cerca y continúa apretando. La diferencia es que Ourense cuenta con un área urbana de cierta importancia, en tanto que Lugo se ha quedado sola.

En el área metropolitana de Vigo hay otro caso llamativo de demografía muy negativa: Fornelos se quedó sin el 40 por ciento de sus habitantes desde finales del pasado siglo, pasando a tener sólo 1.600 censados, en una caída que parece no tener final y que llama la atención al tratarse de la zona más dinámica de Galicia, al lado de A Coruña. Pero Fornelos, donde se encuentra la presa de Eiras, se ha quedado al margen del resto de ayuntamientos de la comarca, pese a la mejora de las comunicaciones. Hace 20 años tenía más de 3.000 vecinos y hoy baja de los 2.000, con la mayoría de parroquias y aldeas en mínimos y la mayor parte de su menguada población concentrada en la villa.

EL DEZA, IMPOSIBLE

No obstante, en la provincia el premio es para Dozón, que perdió el 60 por ciento y apenas supera el millar de habitantes en un ayuntamiento del Deza, que como todos los de la comarca, cuentan con un término municipal muy extenso. Es casi la misma situación en su vecina Agolada, que cae el 50% y se hunde sin remisión. Incluso a los ayuntamientos más dinámicos del entorno les ha ido regular o mal el cambio de siglo. Así, Lalín ha fracaso en su intento por convertirse en una pequeña ciudad gallega del interior y capital del Deza y tiene hoy el mismo censo que hace 20 años, con poco más de 20.000 residentes empadronados. Peor le ha ido a la vecina A Estrada, que perdió 2.000 residentes y se queda en los 20.500, compitiendo a la baja con Lalín. Y lo mismo con Silleda, que por el camino perdió un millar de residentes y ahora ya no alcanza los 9.000. n

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