El Cangas se quedó en nada tras el descanso

El Balonmán Cangas no pudo prolongar ayer su buen inicio y terminó cayendo con claridad ante el Logroño en un encuentro que se torció tras el descanso. Los de Quique Domínguez mostraron su mejor versión durante cuarenta minutos, pero las pérdidas de balón y la actuación monumental del lalinense Xoan Ledo en la portería visitante acabaron por condenarlos.

El partido comenzó con protagonismo en las porterías. Tanto Panjan como Ledo impusieron su ley en los primeros compases, dejando un marcador corto y reflejo del equilibrio (5-2). El guardameta esloveno del Cangas sostuvo a su equipo, que se mostró firme en defensa y eficaz en ataque. El Logroño, desconcertado, se vio obligado a detener el choque en el minuto doce tras el buen arranque gallego.

Sin embargo, el tiempo muerto surtió efecto. Los riojanos ajustaron su defensa y comenzaron a imponer su ritmo, con un Xoan Ledo que empezaba a marcar diferencias entre palos. En cuestión de minutos, el marcador se dio la vuelta (6-7), aunque el empuje local permitió al Cangas marcharse al descanso con una ligera ventaja de 13-11.

El inicio del segundo tiempo trajo consigo un guion muy distinto. Logroño igualó rápidamente y, aunque el conjunto local resistió durante unos minutos, el bajón físico y mental fue evidente a partir del 40. En apenas cinco minutos, un demoledor parcial de 0-5 dejó el encuentro cuesta arriba. Ni los dos tiempos muertos consecutivos de Quique Domínguez lograron frenar la sangría.

Los errores en la circulación, el 1 de 5 desde los siete metros y las continuas paradas de Ledo acabaron desesperando al conjunto gallego. El portero del Logroño se erigió en figura del partido, desactivando cualquier intento de reacción local. Con el marcador ya roto, los visitantes llegaron a disfrutar de una renta máxima de ocho goles.

El Cangas intentó maquillar el resultado en los instantes finales, pero la diferencia era demasiado grande como para soñar con algo positivo. Así, volvió a evidenciar su fragilidad en los segundos tiempos. Una derrota dura que deja al equipo con la necesidad urgente de reencontrar la regularidad si quiere mantenerse fuera de la zona peligrosa.