La búsqueda de rosas antiguas cala en Redondela

Redondela

Estefanía Fernández, natural del municipio, está buscando, recolectando y cultivando en Cesantes variedades arcaicas de esta planta

Estefanía recolectando varas de rosales antiguos en una estación de tren en desuso.
Estefanía recolectando varas de rosales antiguos en una estación de tren en desuso.

En varios puntos de Redondela se encontraron unos carteles en los que se anuncia la búsqueda activa de rosas antiguas para reproducir con el fin mantener el patrimonio histórico de la zona. Detrás de esta iniciativa está Estefanía Fernández, natural de Cesantes, que tras el éxito del proyecto en Silleda, donde reside, ha decidido ponerlo en marcha también en Redondela.

La idea de Estefanía, tal y como ella relata, es reproducir variedades de rosas antiguas y catalogarlas antes de que se pierdan en fincas abandonadas, en desbroces incontrolados o porque el rosal llega al fin de su vida. “En la campaña de Silleda conseguí muchas variedades aunque, a día de hoy, no todas dieron flor. Los rosales antiguos dan flor en las varas que crecieron el año anterior y no son remontantes, por lo que solo dan flor una vez al año, al principio de primavera”, comenta la redondelana, que cultiva unos 300 rosales en una finca familiar en la parroquia de Cesantes.

Estefanía asegura que el proyecto es respetuoso con el rosal matriz, por lo que anima a todos los vecinos con rosales antiguos o variedades más especiales a contactarla para aumentar su colección. Pueden hacerlo en el teléfono 604 073 853 o en el Instagram @lardoaquel. Actualmente, tiene catalogadas unas 60 variedades, como la “rosa canina”, de las cuales 18 son antiguas.

Al preguntarle como surgió este proyecto, Estefanía cuenta que todo empezó haciendo “rose rustling”, una práctica habitual en Estados Unidos que consiste en buscar, rescatar y propagar rosas antiguas o poco comunes de lugares abandonados o descuidados, como cementerios antiguos, caminos rurales, o jardines.

“El motivo por el que me quiero hacer con rosas antiguas es porque estas son más aromáticas. Tienen más aceites esenciales y sirven para armonizar los tés. En la finca en la que están los rosales también planto té e iba a hacer un muro. Ahí había dos rosales antiguos y tenía miedo que se perdieran con las obras. Eso sumado al ‘rose rustling’ dio pie a todo este proyecto, que fue un éxito en Silleda”, detalla la redondelana.

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